Hubo un tiempo en el que en una isla muy pequeña,
confundida con el paraíso, habitaban los sentimientos como habitamos hoy en la
tierra.
En esta isla vivían en armonía el Amor, la tristeza, y
todos los otros sentimientos.
Un día en uno de esos que la naturaleza parece estar de
malas, el amor se despertó aterrorizado sintiendo que su isla estaba siendo
inundada.
Pero se olvidó rápido del miedo y cuidó de que todos los
sentimientos se salvaran.
Todos corrieron y tomaron sus barcos y corrieron, y
subieron a una montaña bien alta, donde podrían ver la isla siendo inundada
pero sin que corriesen peligro.
Sólo el amor no se apresuró, el amor nunca se apresura.
Él quería quedarse un poquito más en su isla, pero cuando
se estaba casi ahogando el amor se acordó de que no debía morir.
Entonces corrió en dirección a los barcos que partieron y
gritó en busca de auxilio.
La Riqueza, oyendo su grito, trató luego de responder que
no podría llevarlo ya que con el oro y con la plata que cargaba temía que su
barco se hundiera.
Pasó entonces la Vanidad que también dijo que no podría
ayudarlo, una vez que el amor se hubiese ensuciado ayudando a los otros, ella,
la Vanidad, no soportaba la suciedad.
Por detrás de la Vanidad venía la Tristeza que se sentía
tan profunda que no quería estar acompañada por nadie.
Pasó también la Alegría, pero ésta tan alegre estaba que
no oyó la súplica del amor.
Sin esperanza el Amor se sentó sobre la última piedra que
todavía se veía sobre la superficie del agua y comenzó a menguar.
Su llanto fue tan triste que llamó la atención de un
anciano que pasaba con su barco.
El viejito tomó al Amor en sus brazos y lo llevó hacia la
montaña más alta, junto con los otros sentimientos.
Recuperándose, el amor le preguntó a la Sabiduría quién
era el viejito que le había ayudado...
a lo que ésta respondió..... "El Tiempo".....
el Amor cuestionó: ...
"¿Por qué sólo el Tiempo me ayudó?".... La
Sabiduría entonces respondió:
"Porque sólo el Tiempo tiene la capacidad de
entender cuan valioso es el Amor" ....