Los 10 cimientos dhármicos



Para los budistas el proceso de cultivarse a sí mismo tiene muchos ni­veles, el primero de ellos es evitar los diez cursos de acción negativos y observar y practicar sus opuestos, los diez cursos de acción positivos a los que llaman "Los 10 cimientos dhármicos".

Como si fueran algo así como los 10 mandamientos del Cristianismo, son diez prácticas muy sencillas que cualquier persona puede seguir independientemente de la religión que profese.

Tres de ellos hacen referencia a las acciones físicas:

1- en vez de matar, deberíamos amar la vida y respetarla;
2- en vez de robar, deberíamos dar cuanto podamos para ayudar a los demás,
3- y en vez de desear a las esposas de otros hombres, deberíamos respetar los sentimientos de los demás.

Cua­tro están relacionados con el habla:

4- en vez de mentir, siempre deberíamos decir la verdad;
5- en vez de sembrar la disensión entre los demás burlándonos de ellos y difa­mándolos, deberíamos alentar la virtud hablando de sus buenas cualidades;
6- la crítica y los comentarios ásperos deberían ser sustituidos por palabras amables, suaves y llenas de amor,
7- y la charla insustancial debería ser evita­da y sustituida por actividades que tengan algún signifi­cado.

Por último, tres hacen referencia a la mente:

8- el de­seo de aferrarse a las cosas debe ser superado y hay que cultivar el desprendimiento;
9- la animadversión dirigida contra los demás debe ser sustituida por sentimientos de amor y compasión,
10- y las creencias incorrectas deben ser eliminadas al tiempo que se cultivan las actitudes rea­listas.

Estas diez disciplinas fundamentales deben ser segui­das por todos los budistas. No hacerla al tiempo que se recurre a los métodos tántricos superiores es engañarse a uno mismo.