El camino del desarrollo espiritual es bastante parecido al del desarrollo musical, deportivo o de cualquier otra índole; ¡aparte de ser el camino que contiene todos estos otros caminos!
Los músicos y los deportistas se dedican a los ejercicios espirituales usando distintas clases de instrumentos. Si dejamos a un lado los instrumentos externos y desarrolamos en cambio los internos, principalmente la respiración y el pensamiento, seguiremos un camino espiritual que contiene todos los demás caminos y que conduce a la zona final que contiene todas las demás zonas. No todo el mundo es músico o deportista, pero todo el mundo respira y piensa. Por tanto, todo el mundo puede, en teoría, experimentar la zona final. Hay quienes afirman que esa zona está vacía y que la única forma de habitarla es dejar atrás el propio yo. Otros afirman que la zona está llena, de amor cósmico, luz radiante, música divina, y que la única manera de entrar en ella es fusionando tu gota de espiritualidad en el mar del Espíritu Divino que crea, mantiene, destruye y renueva el cosmos.
Si seguimos un camino espiritual, nos encontraremos con guías en momentos importantes de nuestra vida. En ocaciones estos guías adoptan la forma de personas benévolas o incluso malévolas; otras veces, se manifiestan como acontecimientos triunfantes o trágicos; y en otras más, aparecen como sensaciones fugaces o sueños intangibles.
Nuestros guias nos muestran lo que estamos preparados para ver cuando estamos preparados para verlo. Los antiguos chinos lo sabían bien:
"Cuando el estudiante esté preparado,aparecerá el maestro"
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