El pecado original del hombre fue el juicio. Ese es el único pecado que un alma pura e inocente puede cometer. La consecuencia inmediata, inevitable del juicio es la separación del objeto de su juicio, y de Dios ...
Cuando juzgamos a alguien, hacemos daño, te haces daño a ti mismo y a la cosa o persona a quien estás juzgando. Cuando se juzga, por lo general hay detrás de ese juicio una emoción negativa hacía ese alguien o algo, que representan lo que sientes y lo que te han hecho.
Usted es el creador de sus propios juicios! Usted es el intérprete de su propia experiencia. Sin el reconocimiento de que el problema que está teniendo ahora es realmente acerca de usted y no de alguien o algo más, ese juicio podría estar involucrado con alguna experiencia propia.
Los juicios realizados en realidad, puede convertirse en una especie de receta para el universo en cuanto a la lección de vida que tienes que aprender.
Sin embargo, los juicios no son todos malos. Hay un lado constructivo de la discriminación que los juicios tienen que ofrecer, y eso es lo que podría llamarse el discernimiento.
Utilizado de esta manera, la diferencia principal entre el discernimiento y el juicio es la emoción. El juicio o la sentencia sostiene una emoción congelada en base a una experiencia dolorosa pasada, el discernimiento no.
El discernimiento vive más en el presente y, como tal, es la observación de una diferencia sin una "historia" emocional que se le atribuye. La necesidad de reconocer y celebrar las diferencias es tan natural y necesario como el Creador la creación de sí mismo.
El discernimiento ayuda a establecer lo que es real frente a lo que no es, y crea distinciones de preferencia de acuerdo con las decisiones que se toman.
El discernimiento es el poder detrás de las decisiones que tomes de acuerdo con la verdad de lo que realmente eres.
El discernimiento te ayuda a crecer, a expandirte, y a comprender lo que está sucediendo en tu mundo ahora mismo.
Es la voz de la mente racional e intuitiva que trabajan juntas como asesores, dentro de tu propia conciencia individual y única.
El viaje del juicio hacia el discernimiento es la promesa de la conciencia para cumplir con honestidad y aprender sobre todos los aspectos de la existencia mundana y relacional.
