Humandala

Ayer, como casi todos los miércoles, fui a Meditación. Nunca había visto tanta concurrencia, éramos 24 alumnos más Alicia nuestra profesora 25.
Mariné, con la dulzura que la caracteriza, nos dictó una hermosa clase de movimientos corporales, creo que la llamó Kinedance, o algo así... la idea era movernos y danzar libremente reconociendo y sintiendo cada parte de nuestro cuerpo. Una hermosa experiencia.
Luego terminamos la clase formando un Humandala con una de las posturas del Hombre de Vitruvio.
Mientras lo hacíamos intenté imaginarme cómo nos veríamos desde el aire.
Ni bien llegué a casa me tiré al piso y le pedí a uno de mis hijos que me tomara una foto, la multipliqué por la cantidad de alumnos y luego materialicé en imágenes lo que vi y sentí.
Este es mi obsequio para Laura que está lejos y cerca al mismo tiempo, para Alicia por su inmensa generosidad, para Mariné por ser como es y para todos mis compañeros por hacer posible que estas cosas ocurran.

Alegría
 
Arte

Espíritu

Tierra

Energía